LA MOROSIDAD, UN FENÓMENO DE MASAS_ PARTE 1 (PROBLEMA)

El fenómeno de la morosidad
El fenómeno de la morosidad

El fenómeno de la morosidad siempre vuelve a remontar tras conocerse los avances en el futuro régimen sancionador que prevé aprobar el Congreso en los próximos meses como complemento a la Ley de medidas de Lucha contra la Morosidad 15/2010.

Actualmente la morosidad, es tan común que puedes ser moroso sin saberlo, lo que conlleva a que te registren en un fichero de morosidad. Y tú, no te das por enterado hasta que te lo dice un banco o cualquier otra empresa con la que desees contratar un servicio.

La morosidad particular o comercial, es un fenómeno que puede proceder de muchos factores. Gran parte de los registros por impago se deben a disputas sobre el grado de cumplimiento de las obligaciones contractuales adquiridas e inherentes a las transacciones comerciales de cualquier tipo y en cualquier sector. Y la razón es que el plazo de pago es un mecanismo que se impone en los contratos, que otorga siempre al distribuidor la potestad de verificar el cumplimiento de las condiciones estipuladas y de monitorizar el comportamiento oportunista que puede tener un proveedor.

Otros se deben a la mala situación financiera que atraviesan los deudores, y algunos sin intencionalidad, ya que toman un servicio y están vinculados a un contrato de permanencia sin saberlo. Otros se deben, sencillamente, al abuso de aquellas empresas que utilizan los plazos de pago de manera oportunista, causando un enorme perjuicio con las subidas de los intereses en cualquier tipo de contrato.  Y por último cuando la relación entre ambas partes es ocasional, el riesgo de que se produzcan comportamientos oportunistas crece por ambos lados de la transacción. Por el lado del proveedor, puesto que tiene incentivos a disminuir el esfuerzo por mantener la calidad del producto u otras condiciones del contrato. Y por el lado del deudor, qué por cualquier razón, ya sea moral o personal, incentiva el impago una vez alcanzado el acuerdo.  

Si bien resulta una reflexión de la necesidad de erradicar las malas prácticas en el ámbito de las relaciones comerciales que conllevan a la morosidad y sus repercusiones, que afectan a todo tipo de particular o empresa, tanto si es el que recibe el servicio, como el que lo presta. Deben entenderse las causas objetivas que lo originan en cada caso. Una regulación para ambas partes, la cual parece que adquirirá el futuro régimen sancionador, podría restringir la libertad de contratación y la capacidad de aprovechar las ventajas comerciales y financieras que otorga el crédito comercial tanto para acreedores como para deudores comerciales.

 

Por: Ninnovalpar